El brote de 2013 ha sido devastador para la Iniciativa Global de Erradicación de la Polio (GPEI, en siglas en inglés), que se propone eliminar el virus del planeta en 2020*. Siria e Irak son los únicos países fuera de África donde se han registrado casos de polio "salvaje", causada por el virus vivo en la naturaleza, en los últimos cinco años. A excepción de los países con polio endémica, el número de niños paralizados en Oriente Medio solo ha sido superado por las 194 víctimas en Somalia en 2013, lo que pone de manifiesto el poder destructor del virus años después de creerse vencido.
Aún así, no es el peor escenario. La nueva erupción de la enfermedad en Siria ha sido más virulenta, ha afectado a más niños y ha revelado un hecho inquietante: que el remedio que ha ayudado a arrinconar la polio es la causa de todos los casos que se han producido desde 2015 en el mundo "libre de polio" .
La vacuna oral (OPV, en siglas en inglés) es un potentísimo arma eficaz para atacar de forma contundente ante brotes que podrían ser devastadores. Dos pequeñas gotas se administran mucho más rápido que una inyección, por lo que se pueden hacer barridos masivos a una gran cantidad de niños, y reduce el miedo entre niños y padres, lo que minimiza la objeción, una de las principales causas de la persistencia de la polio.
A diferencia de la vacuna inyectable, la OPV requiere tres dosis separadas para ser efectiva y contiene el virus atenuado, no inactivo, por lo que puede provocar la enfermedad. Esos casos se han excluído hasta ahora de la cuenta atrás hacia las cero víctimas, pero su incidencia es tal que la OMS se propuso en 2016 dejar de utilizar la OPV dentro de la inmunización rutinaria.